miércoles, 3 de agosto de 2011

Las aventuras de Ringo: Presentación.

Una persona de mi entorno me ha animado a escribir sobre un miembro muy importante de Fichaté y abro una nueva sección "Las aventuras de Ringo".
Ringo es un miembro activo de Fichaté, no porque alguna vez haya escrito un post, ni porque haya hecho algún colgante, ni preparado algún pedido, tampoco ha realizado ninguna ilustración...
Su función es importantísima en el engranaje...Siempre está ahí cuando estás feliz y cuando no tanto, siempre te saca una sonrisa aunque el momento no la merezca; es un poco trasto pero muy noble y cariñoso.
Os lo presento:


Ringo es un Border Collie tricolor y para quien conozca la raza sabrá que es un perro muy particular, que para nosotros ha sido todo un reto y eso que ambos habíamos tenido perros de distintas razas.
Con esto no quiero decir que haya sido una experiencia negativa, todo lo contrario él ha aprendido muchas cosas pero nosotros no se si más.


Los Border Collie son perros pastores originarios de las Tierras Altas de Escocia, sabíamos que era la raza más inteligente, pero desde luego no conocíamos hasta que punto.
Nos mudamos a vivir a Asturias y por fin podíamos tener un perro, en concreto uno de esta raza que es lo que siempre habíamos deseado, ya que la casa tenía jardín.
Sabíamos que iba a ser un perro activo, nunca imaginamos que tanto, y listo, nunca imaginamos que tanto, también que requeriría mucha atención, nunca imaginamos que tanta, también que incorporabamos un nuevo miembro a nuestra familia, nunca imaginamos hasta que punto.  Pero puedo decir bien alto que HA MERECIDO LA PENA CON CRECES.
A lo que voy, el día que llegó ya nos dimos cuenta que no iba a aser fácil. No os dejéis impresionar por esa mirada de ojos verdes, porque el demonio de tasmania era una angelito al lado suyo.


Compramos el perro a un criador que tenía camadas para trabajo fundamentalmente (pastoreo) y desde luego lo tenía metido a fuego.
Con lo enano que era, su misión era mantenernos a los dos juntos en todo momento, si nos separabamos se nos quedaba mirando a los ojos (ver mirada del collie) y si no sucumbíamos a ella nos pegaba pequeños mordiscos en los tobillos, nos empujaba con todas sus fuerzas, vamos un show...
Además tenía un problema de dominancia conmigo que resultaba difícil, con Jesús, no tuvo problema en ningún momento pero conmigo si.
Decidimos dar un tiempo prudencial al perro para ver si se hacía al nuevo entorno y si no era así  buscar  un pastor que lo tratase bien y que el perro estuviese más a gusto. nos dimos cuenta que necesitábamos ayuda y buscamos un adiestrador.


No os preocupéis: Al final gracias a los fantásticos adiestradores, al perro y a nosotros mismos, ni hubo que dar al perro, ni tenemos un salvaje en casa pero eso os lo contaré más adelante.


¡Hasta mañana!.

0 comentarios: