Mandala viene del sánscrito, la lengua clásica de la India, y significa "diagrama". Son representaciones simbólicas, complejas, del universo (macrocosmos) y de lo individual (microcosmos). El mandala es un intento terapeútico, a través del arte , de expresar un orden dentro del caos.
En el budismo tibetano se acostumbra a diseñar mandalas con arenas de colores.
En los pocos monasterios que están quedando en el Tíbet, los monjes se pasan meses diseñando un mandala.
Primero trazan las líneas, el borrador, y después con mucho cuidado y paciencia, meditando, van poniendo la arena de colores.
Una vez que el mandala está terminado viene lo interesante: Todos los monjes se reúnen en un día de celebración, y a los 3500 metros de altura donde el monasterio está enclavado, se procede a abrir puertas y ventanas. Entonces el salvaje viento del Himalaya penetra impetuoso por todos los rincones llevándose en segundos la arena de colores , el mandala, y el largo trabajo.
En la sociedad en que vivimos, todo lo que hacemos tiene que tener un objetivo, vamos consiguiendo una serie de metas que nos imponemos y si no las conseguimos hablamos de fracaso.
Pero el día menos esperado llegará un ráfaga de viento y se lo llevará todo. Y ahí entenderemos que lo importante no era el premio al final del camino, sino el camino mismo, y silbar suavemente durante su trayecto.
Fuente: Manual para despabilarse
3 comentarios:
Me a encantado tanto que me he emocionado
Precioso! La verdad es que habría que hacer mandalas de vez en cuando...
hermoso y muy emotivo, gracias, a mí también me ayudó
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