viernes, 8 de julio de 2011

Amapolas

Si hay algo que me recuerda a mi infancia son las amapolas, vivíamos cerca de Madrid próximos a las vías del tren, había terrenos sin urbanizar y se plagaban de estas flores. Recuerdo que traían el sol, los paseos al aire libre y la bici que había quedado en el trastero durante el invierno.
En el momento en que los campos se cubrían de rojo, mi abuelo y yo corríamos a coger tan preciado tesoro para luego llevarle la mustia ofrenda a mi madre como si de diamantes se tratase.


Hay que reconocer que son preciosas, con sus petalos que parecen papel de seda.




Y en Fichaté no podían faltar:




Y esta última, mi preferida, es del Mago de Oz


¡Que paséis un estupendo fin de semana!





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog GRACIAS

Ana dijo...

Yo también recuerdo cuando ibamos a la sierra en primavera y todo el campo estaba lleno de amapolas y la desilusión al coger el ramo y tratar de trasladar ese colorido a casa que rápidamente se marchitaba... preciosos.

Anónimo dijo...

Mi recuerdo de cuando era mas joven son muy parecidos gracias por recordarmelo...